Mi amigo P. tenía un sueño, no tipo Martin Luther King, algo más hispano. Meterse entre pecho y espalda aproximadamente 100 kms de la Sierra de Guadarrama en plan non-stop y autosuficiencia, ahí es nada, con dos cojones y un palo en medio (ver su blog para fotos, aquí sólo relato de la experiencia).
Esperaba conseguir su sueño con la ayuda de sus colegas de Alicante que ya tienen experiencia en esto de machacarse las rodillas, yo pensaba contribuir con el no menos importante papel de aguador. La idea era salir de Barranca, Navacerrada, Camino de Schmid, Fuenfría, Pradera de Navalmedio, Citores, Peñalara (si se podía), Cotos, Bola, Cuerda larga, Morcuera, Hoya de San Blas, Pedriza, Maliciosa y Barranca, ahí es nada.
Pero las circunstancias son las circunstancias y por momentos parecía que su sueño iba a seguir siendo un sueño, el clima obligó a retrasar un fin de semana la salida, los amigos de Alicante no podían por diversos motivos...
Finalmente, entre todos los de Madrid pudimos turnarnos para ayudarle a cumplir su sueño, o al menos intentarlo. Tres berracos con experiencia en el TP80 y apuntados este año al de GTP salieron le acompañaron el pasado Sábado a las 0:00h, yo les reemplazaría en Cotos sobre las 9:30h y echaría un rato con él para acercarlo a la meta, internamente yo pretendía hacer 40 kms como mucho, todo eso pensando en mi TP60 de final de mes.
El día de autos, me presente a la hora indicada en el sitio indicado, la hermandad de los cuatro se presentó relativamente en punto, no habían subido a Peñalara por inclemencias y por que uno de los componentes del grupo iba jodido de un pie (y a pesar de eso se había metido 50 kms). P. me pregunta si he llevado el frontal y eso hace que me tiemblen las patillas ya que en mis cuentas siempre había pensado en llegar de día.
Desayunan en la venta de Arias, que yo creo que si les ponen un buey se lo comen con pelo y todo, madre mía que bocadillos cayeron, desde luego no se pierde peso, no. Al rato emprendemos la marcha, vamos cuatro, P. y yo y dos de los tres amigos del grupo original, el otro se queda en la estación para volver por su cuenta, la idea era seguir juntos hasta Bola y allí desviarnos, pero a los cinco minutos, llaman desde la estación, -- que para el próximo tren quedan dos horas y que no se aguanta allí --, así que decidimos separarnos, ellos se quedan para esperar al compañero y P. y yo seguimos para no acumular mucho retraso. Honores a los tres por tirarse 60kms, toda la noche andando y tener el humor que tenían.
P. y yo vamos tirando a buen ritmo, corriendo muy poco o nada, que él lleva 50 kms y 10 horas y eso se nota, por primera vez en mucho tiempo voy yo delante marcando el camino. El día magnífico, no hacía calor, soplaba fresco pero sin molestar, las nubes se retiraron y la sierra parecía la M-30 de tanta gente que se había.
En Cabeza de Hierro mayor paramos a comer, y tenemos la primera chorrada del día, hay un ruido extraño allí, y P. y yo buscando el avión o el motor que hacía ese ruido, y resulta que era un tío con una flauta de dos metros soplando al viento. para más INRI al contarlo en la oficina todo Dios sabía como se llamaba el cacharro ese.
Seguimos tirando, vamos bien, de cháchara, quizá un poco lento, el avance por la Cuerda nos está costando más de lo esperado, estimábamos otros ritmos, pero hay mucha nieve, P. va cansado y la hay mucha piedra suelta (la misma de siempre pero es lo que tiene la falta de memoria).
Llegando a Bailanderos ya empezamos a ver que nos hemos equivocado en las estimaciones y que nos vamos a ir mucho de tiempo, la distancia sigue siendo la misma pero después de Najarra todavía quedaría muchísimo de vuelta. Encima, el aquí presente se despista mirando lo que no tengo que mirar por que no lo voy a tocar, y por llevar la mirada alta, piso mal y me tuerzo el tobillo, en el momento duele bastante pero afortunadamente ha quedado en nada. Aunque mentalmente me aparece el Oráculo (también llamado Esposa) diciendo -- a ti no te han puesto nunca en tu sitio, ¿verdad? --. Me está bien empleado.
Descartamos la subida a Najarra por que en ese momento no estoy para mucha fiesta y decidimos volver por Rascafría a Cotos dejando la ruta en unos 85 kms para P. y unos 37 kms para mí (en mi caso en unas 8 horas).
En Rascafría, paramos a tomar una coca cola (P.)y una jarra fría doble de cerveza (el menda). Para mi verguenza como blogger, me centro en disfrutarla y no retrato el momento, pero el resultado es que salgo de Rascafría dándome patadas en el culo, cantando y saludando a todo el mundo, es lo que tiene, el alcohol me vuelve sociable y cariñoso.
La subida a Cotos se hace durilla, sobre todo cuando a falta de 2 kms para llegar al parking de Cotos, consigo convencer a P. de que el cartel que dice que sigamos un camino para llegar a Cotos no tiene ni idea y que es mejor que tiremos to recto campo a través que está mucho más cerca, resultado, subida prácticamente vertical de unos 500 metros donde todo el rato llevo de música de fondo los insultos de P. La parte positiva es que se me quita la tontería del alcohol de golpe y porrazo.
Conclusiones:
* P. & friends son unos máquinas
* Que espero que P. no piense que no ha cumplido por no hacer el recorrido planeado, estamos en esto para disfrutar y lo que ha hecho me parece una proeza
* El ritmo de ultra es sostenible y debo de ir un poco más ligero para el TP60 buscando acabar sobre las 12h sin machacarme en exceso
* Me hubiera gustado pasar de los 40 kms pero si la vuelta acaba justo en el coche, a ver quien es el valiente que sigue caminando
* Vista al suelo y centrado en lo que hay que estar, el paisaje forestal se disfruta parado
Esperaba conseguir su sueño con la ayuda de sus colegas de Alicante que ya tienen experiencia en esto de machacarse las rodillas, yo pensaba contribuir con el no menos importante papel de aguador. La idea era salir de Barranca, Navacerrada, Camino de Schmid, Fuenfría, Pradera de Navalmedio, Citores, Peñalara (si se podía), Cotos, Bola, Cuerda larga, Morcuera, Hoya de San Blas, Pedriza, Maliciosa y Barranca, ahí es nada.
Pero las circunstancias son las circunstancias y por momentos parecía que su sueño iba a seguir siendo un sueño, el clima obligó a retrasar un fin de semana la salida, los amigos de Alicante no podían por diversos motivos...
Finalmente, entre todos los de Madrid pudimos turnarnos para ayudarle a cumplir su sueño, o al menos intentarlo. Tres berracos con experiencia en el TP80 y apuntados este año al de GTP salieron le acompañaron el pasado Sábado a las 0:00h, yo les reemplazaría en Cotos sobre las 9:30h y echaría un rato con él para acercarlo a la meta, internamente yo pretendía hacer 40 kms como mucho, todo eso pensando en mi TP60 de final de mes.
El día de autos, me presente a la hora indicada en el sitio indicado, la hermandad de los cuatro se presentó relativamente en punto, no habían subido a Peñalara por inclemencias y por que uno de los componentes del grupo iba jodido de un pie (y a pesar de eso se había metido 50 kms). P. me pregunta si he llevado el frontal y eso hace que me tiemblen las patillas ya que en mis cuentas siempre había pensado en llegar de día.
Desayunan en la venta de Arias, que yo creo que si les ponen un buey se lo comen con pelo y todo, madre mía que bocadillos cayeron, desde luego no se pierde peso, no. Al rato emprendemos la marcha, vamos cuatro, P. y yo y dos de los tres amigos del grupo original, el otro se queda en la estación para volver por su cuenta, la idea era seguir juntos hasta Bola y allí desviarnos, pero a los cinco minutos, llaman desde la estación, -- que para el próximo tren quedan dos horas y que no se aguanta allí --, así que decidimos separarnos, ellos se quedan para esperar al compañero y P. y yo seguimos para no acumular mucho retraso. Honores a los tres por tirarse 60kms, toda la noche andando y tener el humor que tenían.
P. y yo vamos tirando a buen ritmo, corriendo muy poco o nada, que él lleva 50 kms y 10 horas y eso se nota, por primera vez en mucho tiempo voy yo delante marcando el camino. El día magnífico, no hacía calor, soplaba fresco pero sin molestar, las nubes se retiraron y la sierra parecía la M-30 de tanta gente que se había.
En Cabeza de Hierro mayor paramos a comer, y tenemos la primera chorrada del día, hay un ruido extraño allí, y P. y yo buscando el avión o el motor que hacía ese ruido, y resulta que era un tío con una flauta de dos metros soplando al viento. para más INRI al contarlo en la oficina todo Dios sabía como se llamaba el cacharro ese.
Seguimos tirando, vamos bien, de cháchara, quizá un poco lento, el avance por la Cuerda nos está costando más de lo esperado, estimábamos otros ritmos, pero hay mucha nieve, P. va cansado y la hay mucha piedra suelta (la misma de siempre pero es lo que tiene la falta de memoria).
Llegando a Bailanderos ya empezamos a ver que nos hemos equivocado en las estimaciones y que nos vamos a ir mucho de tiempo, la distancia sigue siendo la misma pero después de Najarra todavía quedaría muchísimo de vuelta. Encima, el aquí presente se despista mirando lo que no tengo que mirar por que no lo voy a tocar, y por llevar la mirada alta, piso mal y me tuerzo el tobillo, en el momento duele bastante pero afortunadamente ha quedado en nada. Aunque mentalmente me aparece el Oráculo (también llamado Esposa) diciendo -- a ti no te han puesto nunca en tu sitio, ¿verdad? --. Me está bien empleado.
Descartamos la subida a Najarra por que en ese momento no estoy para mucha fiesta y decidimos volver por Rascafría a Cotos dejando la ruta en unos 85 kms para P. y unos 37 kms para mí (en mi caso en unas 8 horas).
En Rascafría, paramos a tomar una coca cola (P.)y una jarra fría doble de cerveza (el menda). Para mi verguenza como blogger, me centro en disfrutarla y no retrato el momento, pero el resultado es que salgo de Rascafría dándome patadas en el culo, cantando y saludando a todo el mundo, es lo que tiene, el alcohol me vuelve sociable y cariñoso.
La subida a Cotos se hace durilla, sobre todo cuando a falta de 2 kms para llegar al parking de Cotos, consigo convencer a P. de que el cartel que dice que sigamos un camino para llegar a Cotos no tiene ni idea y que es mejor que tiremos to recto campo a través que está mucho más cerca, resultado, subida prácticamente vertical de unos 500 metros donde todo el rato llevo de música de fondo los insultos de P. La parte positiva es que se me quita la tontería del alcohol de golpe y porrazo.
Conclusiones:
* P. & friends son unos máquinas
* Que espero que P. no piense que no ha cumplido por no hacer el recorrido planeado, estamos en esto para disfrutar y lo que ha hecho me parece una proeza
* El ritmo de ultra es sostenible y debo de ir un poco más ligero para el TP60 buscando acabar sobre las 12h sin machacarme en exceso
* Me hubiera gustado pasar de los 40 kms pero si la vuelta acaba justo en el coche, a ver quien es el valiente que sigue caminando
* Vista al suelo y centrado en lo que hay que estar, el paisaje forestal se disfruta parado
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