En la línea de la película, decidimos hacer un recorrido sencillo de vuelta del año, ir a Hoyo Cerrado y volver, unos 27 kms, un desnivel razonable, pero resultó que la colina tornó montaña, y los molinos gigantes.
Y la parte que no digo es que me faltaron narices para seguir, y aconsejé a P., volvernos a falta de 300 míseros metros, pero es que pintaban bastos, zona descampada, mucho viento, nieve mojando las barbas inferiores y sin encontrar camino fácil. Una vez más se impuso la sensatez del más cobarde y nos volvimos por donde habíamos venido manteniendo el rabo entre las piernas que no es poco.
La mañana empezó genial, arco iris de colores:
Y la parte que no digo es que me faltaron narices para seguir, y aconsejé a P., volvernos a falta de 300 míseros metros, pero es que pintaban bastos, zona descampada, mucho viento, nieve mojando las barbas inferiores y sin encontrar camino fácil. Una vez más se impuso la sensatez del más cobarde y nos volvimos por donde habíamos venido manteniendo el rabo entre las piernas que no es poco.
La mañana empezó genial, arco iris de colores:
Los dos amigos antes de empezar a resollar como Ñus..
Pero lo que mejor resume la jornada de colores y sensaciones es el árbol solitario inundado de colores ocres
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