martes, 12 de mayo de 2015

Maratón de Madrid 2015. El dia del diluvio

Este año tocaba hacer la maratón. Este año sí, estaba concienciado, tiradas largas, perdida de peso, promedio semanal correcto y creciente. De libro oiga.
Y empezamos a cagarla, en Semana Santa, las torrijas de la suegra hacen que se me salten las lagrimas de puro gozo, tanta dicha me consume y olvido salir a correr. Consecuencia lógica, repunte generoso de peso y bajada en estado de forma.

No pasa nada, al tajo de nuevo, vuelta a correr, todo bien salvo el peso que una vez que me he relajado pierdo el norte. Pero, como es habitual, no podía falta mi torcedura del año, a falta de tres semanas para el día D, zas!!, torcedura generosa, vuelta a casa andando y maldiciendo. La parte positiva es que no hay derrame, lo dejamos descansar una semana y media y vuelta a salir, ahora ya con dolor ligero en el tobillo.

Finalmente, los últimos meses vengo arrastrando un dolorcillo ligero en zona del trasero con tendencia a incrementarse cuanto mayor es la tirada. Ahora sé que es se trata del piramidal pidiendo ayuda.

Total, que el día D a la hora zulú, decido presentarme en el sitio de autos bastante desanimado, creo que no voy a acabar pero quiero disfrutar el ambiente lo que se pueda, llevo dinero para el metro y confío en que la media la hago seguro, a partir de ahí, Dios dirá.

Los primeros 20 km me salen según los ritmos originariamente pensados, 5:36 de media. Llego a la media como pensaba con molestias en el tobillo y dolores en la nalga derecha, nada inaguantable, así que me digo, tira hasta el 30 y lo dejas dignamente. Y claro, si uno llega al 30, ya no para, ya se aplica el dicho aquel de "No hay guevos a..." y ahí un español no recula.

Sin embargo, a partir del 24 la cruda realidad se impone y empiezo a subir lenta y dolorosamente la media, del 25 al 30 en 6:17, del 30 al 35 en 6:39 del 35 al 40 en 7:27. No se trata del muro ni nada por el estilo, simplemente es que el dolor del trasero se extiende por la pierna y me recorta la zancada, el tobillo va doliendo cada vez más y el cansancio lógico también aparece.

Finalmente consigo entrar en meta en 4:21:05, estoy orgulloso, no del tiempo sino de la fuerza de la mente, no sé si hice bien y si me arriesgué a una lesión mayor, pero sí sé que personalmente me supo a gloria, sientes que si te propones algo lo puedes hacer, que lo del "Where is the limit" puede tener sentido.

El paseo al coche fue para verlo, menos mal que P. estaba por allí y me acercó ropa, si no me da una hipotermia fijo, ni me enteraba de lo que me decía.

Comentario aparte merece el tema de la lluvia, ¡que manta de agua nos cayó!, realmente no molesta ni impide nada, una gorra para que no te caiga en la cara y a darle a la zapatilla, pero aún así hay que reconocer que por momentos aquello parecía un diluvio, en las cuestas el agua bajaba como una corriente, había charcos que vadeábamos por las aceras por que ocupaban toda la calle.

Me sorprendió también la cantidad de extranjeros que había, se nota el tema del Madrid Rock & Roll, por lo demás mucha animación para la que estaba cayendo, se agradece y la bolsa, escasa por decir algo.

La recuperación posterior no ha sido mala pero el dolor del gluteo vuelve con pocos kilómetros, así que he decidido ir al fisio a ver que me dice/hace.

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